El manejar
moto cuando es de noche es muy interesante. La visibilidad es mala,
la preparación para enfrentar las curvas cambia, el paso cambia y
los sentidos por unos cuantos kilómetros se vuelven locos. En lugar
de frustrarse hay que entender como llevar la moto en la obscuridad y
encontrar un paso que no te aburra y que sea seguro para el camino
que estas recorriendo. Hay que aprender a identificar los peligros de
diferentes formas y siempre mantener la calma para poder tomar
decisiones en caso de un peligro. Hay que agregar que si estas
manejando de noche muy probablemente es porque no te alcanzo el día
para llegar a tu destino, entonces el cansancio te puede jugar bromas
de muy mal gusto.
No es lo
mismo transitar en una súper autopista alemana bien iluminada y con
niveles de seguridad extremos que en un caminito secundario de
terracería obscuro, lleno de baches, piedras y hoyos, con errantes
lugareños y hasta fauna silvestre viéndote pasar. Hay que ser muy
sensato para saber como adecuarse a los diferentes entornos, salir
ileso y disfrutar tal experiencia.
El clima
juega un rol importante. Viajar en una noche cálida es muy diferente
a sentir frio bajo una lluvia de agua nieve, rodar bajo una tormenta
tropical o en seco. El calor y el golpe del aire te deshidratan
inclusive de noche y puede afectar tus reflejos y aumentar el
cansancio. El frio, sin darte cuenta puede llevarte rápidamente a
niveles peligrosos de hipotermia y poner en riesgo tu vida, sin
contar que los reflejos y el tiempo de reacción frente a un problema
se degradan sustancialmente. Peor aun si a todo esto le agregamos
neblina espesa o polvo tipo talco y un pick-up que no te deja pasar.
¿Si es tan
peligroso, entonces porque viajar de noche? Algunas veces simplemente
hay que detenerse y descansar. Hidratarse, alimentarse y evaluar con
franqueza si es necesario ponerte en el riesgo de seguir rodando para
alcanzar el punto que habías programado. Siempre he pensado que es
mas hombre el que sabe tomar decisiones lógicas que el que se
arriesga al limite para probar lo macho que es.
Muchas veces
me ha tocado conducir de noche y desarrolle la forma de hacerme
placentero el viaje. Oigo música a volumen bajo para concentrarme,
pongo luces bajas, viajo en el centro del carril y bajo la velocidad
hasta donde mis reflejos funcionen bien. Hay que meterse en la cabeza
que no importa que tan tarde sea, hay que mantener siempre el temple
y mantenerse concentrado. Si te preocupa que alguien se enoje o
preocupe porque no has llegado, detente, comunícate con ese alguien
y marca tarjeta. Lo mas importante de viajar de noches es aprender a
disfrutarlo. No hay que tener miedo de viajar de noche, sobretodo
cuando el hacerlo te pondrá en un lugar seguro para poder continuar
tu viaje descansado y tranquilo con el siguiente amanecer.
Me encanta
abrirme el visor del casco y sentir el ambiente así llueva, haya
neblina o frio. Es lo mas interesante de la noche. Es sobrecogedor el
sentimiento de estar en la obscuridad sintiendo todos esos aromas de
la carretera, algunas veces cantando a todo pulmón las canciones que
suenan dentro del casco y si, hasta el sabor de los bichos que te
tragas por esa sonrisa que nadie te puede borrar porque vas haciendo
algo que simplemente disfrutas.
José del
Busto R.
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